
EDITORIAL
Consideramos que Martha Heredia nunca pagará los daños, y la decepción provocada a la sociedad, al involucrarse en el tráfico de sustancias prohibidas, en grado extremadamente grave.
Sin embargo, la justicia dominicana es sumamente benigna en los casos de corrupción ,especialmente aquellos que involucran a altos funcionarios gubernamentales y adláteres.
Sería injusto pedir la cabeza de Martha Heredia, cuando tenemos pendiente innumerables casos de corrupción ,que la Justicia dominicana ha decidido ponerse una venda en los ojos , para no conocer con profundidad los expedientes.
Nos identificamos con la libertad bajo fianza concedida a la joven artista dominicana, y albergamos la esperanza de que en realidad se haya rehabilitado, arrepentido del delito cometido , que no vuelva a incurir en similar conducta y se dedique a cultivar el maravilloso talento que posee..
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